lunes, 24 de noviembre de 2008

Amelie


A los 8 años Amelie solía ser la más apartada de los niños, mientras todos jugaban a las escondidas, ella columpiaba a su oso de peluche.
Disfrutaba las frutillas, y lanzar pequeñas rocas en el lago Vostok.
Un día se encontró en sus sueños a el, el de siempre. Mientras que veía a su madre en forma de nube en el cielo, esperando que un día bajara y le dijera que estaba ahí y no tuviera miedo, esa misma nube se convirtió en una gota que cayó justo en sus mejillas, se largo la lluvia y Amelie salió corriendo.
12 años después el se la encontró. Se pregunto muchas cosas sobre ella, pero cuando la vió supo que la conocía desde siempre. ¿Desde siempre? -el se pregunto- Si, en sus sueños siempre estuvo con el.
Amelie nunca creyó en el amor. Hasta que sin buscarlo lo encontró, pensó que soñaba pero esta vez era cierto.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Número equivocado

- Bueno?- Estee... ¿hablo a la tintorería Pantera Rosa?
- No, está equivocado.
- ¿es el 35 40 45 00?
- No.
- Qué raro... ¿a dónde hablo?
- Al Cielo
- ¿El antro gay de Avenida Juárez?
- No, no, de ninguna manera, aquí es el Cielo EL CIELO
- Ah Dió.
- Precisamente
- Santo Cristo...
- Él no se encuentra
- ¿Con quién hablo?
- Yo soy Conoprio
- ¿quién?
- Cronopio, el mozo.
- ¿Puedo Hablar con Dios?
- Lo siento, él no toma llamadas de desconocidos
- ¿Cómo desconocido? pues si soy su hijo ¿qué no?
- Pues, sí técnicamente lo es... pero el Señor tiene muchos hijos y no habla con todos por teléfono
- Bueno, pero y tengo muchas cosas que preguntarle.
- Las respuestas están en su interior, señor
.- No, eso es una jalada de meditación.
- No señor, El Señor Dios tiene cosas más urgentes que andar contestando cada pregunta
- Pero...
- Escúcheme. Así que todas las respuestas que está buscando están en su interior, el chiste es saber dónde buscar.
- ¿Dónde? Si usted sabe dígamelo
- Bueno, está bien, usted me ha caído bien...
- Gracias Cronopio.
- Le voy a decir cómo está la onda, el chiste es... (una voz se oyó desde la cocina)
- ¿Cronopio?! ¿estás hablando con Luis?
- ¿Es usted Luis?
- Sí, soy yo.
La voz Continuó:- Dile que ya casi son las 8, que si no habla a la tintorería ya, le van a cerrar y se va a ir a la junta sin traje.
- Dice que...
- Sí ya lo oí.
- Bueno, gracias y buenas noches.

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