Me encontré un suspiro. Estaba atrás de un libro de recetas tahilandesas bajas en calorías, en el librero del cuarto de la Tele. Lo revisé para ver si no tenía fecha de caducidad, pero parece que no tiene. Me guardé el suspiro en el bolsillo, con la intención de usarlo más tarde. Pero mientras iba en el metro a encontrarme con un amigo, en estación central, ( que por cierto era la primera vez que nos veíamos) se me salio mi suspiro sin querer.Creo que el no lo noto, menos mal. Porque aún no era ni la hora ni el tiempo para suspirar por el, y si se percato, no me hizo comentario alguno.Paso el tiempo y hoy tengo muchos de esos, se me aparecen a cada rato, detrás del computador, del teclado, debajo de la mesa, en el reflejo del espejo, pero lo más curioso que se me escapan los suspiros cuando me encuentro con el, he tratado de controlarlo y incluso pedí hora con el suspirologo de la mejor ciudad. Me recomendó, un medicamento muy extraño, llamado olvido, pero tendría que dejar de verlo a el. Indignada le pegue un puñal en la nariz y le mate la profesión, el suspirologo se enojo mucho, y me saco de un torbellino de su consulta.Así es la vida, pero lo mio es MIO y ningún suspirologo ni nadie me lo quita. Porque me a costado mucho tenerlo, así que decidi ir al libro de reclamos y redactar con mucha seriedad, que mejoren los medicamentos que emplean a los pacientes....
3 comentarios:
Que lindo ^^
Sabe... el remedio
no se llama olvido,
sino que lo contagie
con su enfermedad =D
Bueno...
que te muy bien
y se cuida ;)
=D
(``•.¸ (``•.¸ ¸.•`´) ¸.•`´) ®
«´¨ •.¸X el mejor¸¸.•´¨`»
(¸.•`´ (¸.•`´ ``•.¸) ``•.¸)
Que buen escrito, los suspiros no se escapan sólo se transfieren para conocer más al ser humano.
;)
oli oli buen blog pasa por el mio espero que te guste cuidate bay^^
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